La alopecia areata es una enfermedad autoinmune que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Causas de la alopecia areata
La alopecia areata ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error los folículos pilosos, que son las estructuras desde las que crece el cabello. Aunque no se conoce la causa exacta de esta enfermedad, se cree que hay factores genéticos y ambientales involucrados. También se ha asociado con otros trastornos autoinmunes, como la tiroiditis de Hashimoto o la enfermedad celíaca.
Síntomas y diagnóstico
Uno de los síntomas más comunes de la alopecia areata es la pérdida repentina de cabello en parches redondos u ovalados en el cuero cabelludo. En algunos casos, puede afectar otras áreas del cuerpo donde también hay vello, como las cejas, las pestañas o la barba en hombres. A veces, la pérdida de cabello puede progresar y llevar a la alopecia totalis (pérdida completa del cabello en el cuero cabelludo) o incluso a la alopecia universalis (pérdida total del cabello en todo el cuerpo).
El diagnóstico de la alopecia areata se realiza mediante la evaluación clínica y, en algunos casos, mediante biopsias o análisis de sangre para descartar otras posibles causas de la pérdida de cabello.
Si bien no existe una cura definitiva para la alopecia areata, hay varios tratamientos disponibles que pueden ayudar a estimular el crecimiento del cabello y controlar los síntomas.
- Corticosteroides: Se pueden aplicar tópicamente, inyectar en el cuero cabelludo o administrar por vía oral para reducir la inflamación y promover el crecimiento del cabello.
- Minoxidilo: Un medicamento de uso tópico que puede ayudar a estimular el crecimiento del cabello.
- Inmunoterapia: Se utiliza para desencadenar una respuesta inflamatoria controlada en el cuero cabelludo y estimular el crecimiento del cabello.
- Terapias con láser: Algunos estudios han demostrado que la terapia con láser de baja intensidad puede ser efectiva para estimular el crecimiento del cabello en personas con alopecia areata.