Rellenos dérmicos

¿Por qué realizar el tratamiento con rellenos?

En el proceso de envejecimiento facial, se produce una disminución de los compartimentos grasos y aumenta la flacidez, lo que hace que el rostro parezca cansado, se resaltan las ojeras y aparecen arrugas en diversas zonas del rostro.

Si restauramos estos volúmenes con retoques sutiles, el resultado será un rostro más descansado, luminoso y con una piel revitalizada.

Se trata de un procedimiento en el que se deposita una pequeña cantidad de relleno dérmico dentro de la piel, habitualmente ácido hialurónico, ayudando a restaurar el volumen perdido con la edad y aumentando la elasticidad de la piel. El ácido hialurónico es una molécula que se encuentra en todos los tejidos, y su integración en la dermis es completamente natural, por lo que hoy en día se considera el relleno más seguro y fiable.
Se trata de una intervención muy cómoda para el paciente, realizada de forma ambulatoria en consulta y con duraciones variables de 15 a 30 minutos. Generalmente no se requiere anestesia y se tolera muy bien, con la aplicación tópica de frío con un mínimo de molestias. Sin embargo, en casos de malestar, se puede utilizar anestesia local o regional.

¿Es éste un procedimiento seguro?

El ácido hialurónico es una sustancia natural reabsorbida gradualmente por los tejidos. De esta forma, el riesgo de una reacción alérgica es prácticamente nulo. Además, recuerda que en GS Clínica Dermatológica todos los tratamientos los realiza tu propio dermatólogo, esa es la máxima garantía para la salud de tu piel.

¿Cuánto dura su efecto?

El ácido hialurónico es absorbido por nuestro cuerpo, por lo que dura de ocho a doce meses, dependiendo del paciente. Más adelante, sólo con pequeños retoques puedes lograr un resultado duradero. En todos los casos, y dado que la reabsorción no es brusca sino gradual, es el paciente quien decide cuándo realizar la siguiente revisión en función de sus necesidades.

¿Qué áreas se pueden rellenar?

El ácido hialurónico es un producto muy versátil y por tanto tiene muchas aplicaciones. Disponible en diferentes presentaciones según el tamaño de la molécula, se utiliza en diferentes zonas en función de la profundidad de la arruga a tratar.

Los tamaños moleculares más grandes se utilizan en arrugas profundas como los pliegues nasolabiales, arrugas peribucales, y para recuperar el volumen labial perdido.

Otras arrugas menos profundas se tratan con ácido hialurónico de menor tamaño molecular. Sin embargo, no todas las arrugas faciales son sensibles al tratamiento aislado con rellenos de ácido hialurónico. Las líneas de expresión formadas por la contracción excesiva de ciertos grupos musculares deben tratarse con botox, para relajar los músculos, y luego pueden tratarse con ácido hialurónico para restaurar la pérdida de volumen restante. De hecho la combinación de botox y ácido hialurónico es excelente para el tratamiento del envejecimiento a nivel global, obteniendo un resultado muy natural.