Rosacea

¿Qué es la rosácea?

La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel de causa desconocida, que afecta a millones de personas en todo el mundo, más comúnmente en mujeres. Suele localizarse en la piel del rostro, aunque también puede afectar a los ojos, y es más raro en otros lugares, como el tronco o el cuello. Se presenta con un primer enrojecimiento transitorio (rubor) que aumenta en respuesta a ciertos estímulos, luego se vuelve persistente con aparición de vasodilatación (telangiectasias), y en ocasiones nódulos rojos y pus (pápulas y pústulas). La mayor incidencia se produce en edades que van de los 30 a 60 años, y es más común en personas de piel clara.

¿Cuál es su causa?

Se desconoce la causa exacta. Se cree que existe una predisposición al desarrollo de la enfermedad debido al aumento de la reactividad vascular. Esto significa que en algunas personas los vasos sanguíneos de la cara se dilatan más fácilmente en respuesta a ciertos estímulos, provocando este característico rubor. Por esta razón, en el tratamiento es muy importante controlar esta respuesta vascular, para un mejor control de la enfermedad a largo plazo.

¿Existe un tratamiento eficaz para la rosácea?

Sí. Aunque la rosácea es una enfermedad crónica caracterizada por una mayor reactividad vascular de la piel, hoy en día puede mejorarse y controlarse enormemente con la llegada de los láseres vasculares y la luz pulsada intensa (IPL). En nuestra clínica contamos con un sofisticado aparato de IPL de última generación, que ha demostrado ser uno de los más efectivos para el tratamiento de las reacciones vasculares y enrojecimiento facial que presentan los pacientes con rosácea.

¿Qué factores pueden agravar o desencadenar los brotes?

Los factores que pueden desencadenar o empeorar los brotes de rosácea, pueden variar ampliamente de un paciente a otro. Sin embargo, hay algunos casos especiales y frecuentes como:

temperaturas frías y calientes, cambios bruscos de temperatura ,comidas y bebidas calientes y/o condimentadas, quesos fermentados, alcohol, exposición al sol, uso de cremas con corticoides, estrés etc. Respecto a esto último, hay que decir que la rosácea es una de las enfermedades dermatológicas más afectadas por el estrés, por lo que la mayoría de los pacientes refieren un marcado empeoramiento en relación a períodos de estrés.

¿Cómo se manifiesta la rosácea?

Se pueden distinguir diferentes etapas de evolución.

Inicialmente los sofocos transitorios ocurren en asociación con uno o más de los factores anteriores. Este enrojecimiento suele ser más pronunciado y más persistente de lo que es común, en muchas personas estresadas o avergonzadas. Con el tiempo, a medida que estos episodios se vuelven más frecuentes, puede desarrollarse un enrojecimiento más permanente (no relacionado con los estímulos), provocando que la piel tenga un tono rosado-rojo característico, y vasos sanguíneos permanentemente dilatados en la nariz y las mejillas.
Durante este proceso, en ocasiones, también pueden aparecer granos rojos y llenos de pus (pápulas y pústulas) en las zonas afectadas provocando lo que se conoce como rosácea inflamatoria. Finalmente, en la etapa avanzada, la piel de la frente, el mentón, las mejillas y especialmente la nariz, pueden aparecer engrosada y cubierta de vasos sanguíneos. Este último se llama rinofima, y es más común en los hombres.
Por otro lado, los pacientes con rosácea también informan que su piel es «sensible» e intolerante a los cosméticos y medicamentos tópicos.

¿Cómo evoluciona la rosácea? ¿Se puede curar?

El curso de la rosácea es crónica con episodios de empeoramiento (brotes), separados por temporadas de mejoría. La duración e intensidad de las recaídas es muy variable, y depende del paciente y del tratamiento que se esté realizando. Estos brotes pueden y deben tratarse para minimizar su impacto en la piel, mejorar los síntomas del paciente y prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad. En las fases de mejora estableceremos un tratamiento de mantenimiento, que minimizará la frecuencia e intensidad de las recaídas.

¿Cuál es el tratamiento?

Aunque todavía no existe cura, existen varias opciones de tratamiento para los pacientes con rosácea. De hecho, en los últimos años, la aparición de los láseres vasculares y especialmente la luz pulsada ha supuesto una revolución en su tratamiento.

En GS Clínica Dermatológica realizaremos un estudio individualizado, y le informaremos de las opciones de tratamiento más adecuadas para su caso.

El tratamiento generalmente incluirá medicamentos tópicos u orales según la gravedad de su caso, y le daremos una serie de recomendaciones generales sobre su enfermedad.
Además, en nuestra clínica contamos con diferentes plataformas de luz pulsada y láser de uso médico, para tratar pacientes con rosácea.

En concreto estos vasos sanguíneos faciales dilatados y antiestéticos se pueden eliminar sin dificultad y sin riesgo, dando a nuestra piel un aspecto más joven y natural. Además, recientemente hemos logrado grandes avances en la terapia de luz pulsada para el enrojecimiento facial y la reactividad vascular. Aunque este enrojecimiento transitorio es el componente más difícil de tratar en la rosácea porque responde menos a los tratamientos convencionales, ahora se pueden obtener mejoras muy significativas mediante la realización de sesiones periódicas de luz pulsada intensa. De esta forma, reducimos el tamaño y la capacidad de respuesta de los vasos sanguíneos de la piel, por lo que el paciente notará una mejora significativa y una calidad de vida mayor.